El diputado provincial Eduardo Conde (Cambiemos) presentó una querella por calumnias e injurias contra la figura del ex presidente del comité departamental Puerto Madryn, Sergio Mülbayer, por “los hechos lesivos y agraviantes proferidos contra mi persona, solicitando que en la etapa procesal oportuna se lo condene al máximo de la pena de multa estipulada en la ley especial”.

Junto a ello,  Conde pidió que se ordene al “querellado se abstenga de difundir por cualquier medio de comunicación audiovisuales, radiales, escritos, portales de Internet y/o cualquier otro medio o soporte de divulgación de información los hechos atinentes a la querella que promuevo”.

En los fundamentos de la denuncia, el diputado provincial afirmó que “en mi carácter de presidente del bloque político, tuve controversias con una de las personas que integraban nuestro espacio político, ocupando un cargo que le había sido por mi otorgado”. En este sentido, se refiere a Vanesa Hansen que es esposa del querellado.

Conde explicó que ante la decisión tomada mantuvo una reunión con la pareja en su oficina donde la “conversación consistió concretamente en una amenaza expuesta por el sujeto, con la anuencia de su esposa, de acudir a los medios de comunicación con los mismos asuntos que habían estado en la opinión pública acerca de mi persona, si tomaba la decisión de dar de baja el cargo ocupaba su señora”. Junto a ello, el denunciante aclaró que “jamás estuvo en mi ánimo poner en crisis la relación laboral de  Hansen en el bloque” aunque “la conducta evidenciada por ambos en el encuentro personal, dio fin a la relación, y sin reparos ni contemplación alguna, tomé la decisión de rescindir el vínculo laboral, de carácter estrictamente político, respecto de la nombrada”.

El diputado por Cambiemos enfatizó que tras la decisión de prescindir los servicios de Hansen en el bloque, Mülbayer “en su portal de Internet, como asimismo en el de su esposa y su hija Cecilia Mülbayer Hansen, se publican a diario noticias vinculadas a los hechos que ya fueron objeto de difusión, pero esta vez, en el marco de la conducta enceguecida del querellado y su mujer, generando nuevamente el profundo malestar que esta situación me provoca, habiendo ya mis hijas manifestado su pesar por los mismos hechos”.

Ante estos hechos, el denunciante plantea que la “querella tiene por objeto desde luego alcanzar la sanción penal prevista para los delitos, ello con motivo de las inconductas manifiestamente  evidenciadas por el querellado, en detrimento de mi persona y de mi investidura institucional” porque  dichos “comportamientos lesionan mi honor”.