La sede de la UOCRA, ubicada en Paulina Escardó 185, amaneció con seis orificios de bala en su frente producidos por una pistola calibre 9 milímetros.  El origen del ataque no está determinado y en la dirigencia gremial solo reina el desconcierto por lo sucedido porque no hubo advertencia que pudiera pasar algo así.

La sede de la UOCRA, ubicada en Paulina Escardó 185, amaneció con seis orificios de bala en su frente producidos por una pistola calibre 9 milímetros.  Lo sucedido causó sorpresa en la dirigencia del sindicato que desconoce de dónde pudo haber provenido el ataque y las razones del mismo. Los investigadores buscan datos entre los vecinos e imágenes de una cámara de seguridad para determinar quién o quiénes son los responsables del ataque que provocó daños materiales.

Javier Moya, dirigente de la UOCRA, comentó que “cuando llegaron y abrieron el gremio se encontraron con balazos en el frente de la sede” añadiendo que la brigada de investigaciones “están viendo las cámaras de la zona para ver la hora en que ocurrió y saber quién fue el autor”. Dentro de la sede sindical los disparos provocaron daños porque “la estructura es de durlock así que hizo bastante destrozos. Se rompieron vidrio, las balas pasaron hasta la sala de reuniones”.

El ataque se habría producido en horas de la madrugada del miércoles aunque será determinará con los testimonios que se tomaron con los vecinos y los análisis de las cámaras de seguridad existente en domicilios lindantes dado que la sede no cuenta con ningún sistema de monitoreo.

“Desconcierta arrancar el año así” porque “nadie se imagina que van a venir a tirar tiros frente al gremio” dijo el dirigente Javier Moya, quien puntualizó que “ahora queda en mano de la justicia investigar quién fue el autor de los tiros”.

Desde la conducción sindical se estima que el ataque ocurrió en la madrugada del miércoles y fue detectada a primera hora cuando arribaron los encargados de abrir la sede. Lo concreto es que los 6 disparos provocaron daños porque “la estructura es de durlock así que hizo bastante destrozos. Se rompieron vidrio, las balas pasaron hasta la sala de reuniones”.

Moya remarcó que “vamos a seguir trabajando de la misma forma” y “si alguno tiene algún problema que se acerque a dialogar porque está no es la forma de arreglar nada. Estamos preocupados todos porque no es lindo arrancar el año así ni que te pase en el lugar de trabajo nuestro”.

Los investigadores están analizando las cámaras de la zona para ver la hora en que ocurrió y saber quién fue el autor.  Moya descartó esa situación, más aún porque “estamos arrancando el año y no hay nada que nos permita decir paso por acá o por otro lado”, además de recalcar que “no tenemos noticia de la existencia de algún grupo que esté trabajando en contra nuestro o que se hayan acercado”.