Organismos de Derechos Humanos, Agrupaciones partidarias, asociaciones y organizaciones, HIJOS, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, el Estado Nacional, Provincial y Municipal, todos hicieron referencia hoy a través de redes y publicaciones porque este 24 de marzo no igual al resto de los 24 de marzo desde que Argentina recuperó la democracia. Por primera vez en 38 años no habrá marcha, no habrá actos, no habrá Madres reclamando por sus hijos ni Hijos reclamando por la aparición de sus padres, no explícitamente en una plaza, sobre un palco pero sí a través de las redes sociales, a través de los medios de comunicación, para mantener más vigente que nunca el pedido inclaudicable de “Verdad, Memoria y Justicia”.

El aislamiento social obligatorio dispuesto ante la expansión de la pandemia del Coronavirus provocó que no haya actos oficiales ni marchas y Puerto Madryn no es la excepción. El Estado Provincial y Municipal recordó esta fecha histórica pero nos detendremos en Fernando Sandoval, hijo de Alicia y de Pedro ambos desaparecidos en la última dictadura militar.

Además, de ser hijo, forma parte de H.I.J.O.S la agrupación que los contiene a ellos y a ellas, a los que les fueron arrebatados sus padres, a los que nunca más devolvieron, a los que siguen y seguimos todos buscando.

Fernando publicó hoy por redes sociales su sentir ante un nuevo 24 de marzo que se marca en el almanaque.  

“Con la herida abierta a causa del Estado represivo pero de pié, a 44 años del golpe de estado más siniestro y criminal que vivimos en nuestro país, quiero compartir un fragmento de la carta que me escribió la compañera que fuera secuestra y estuviera 20 días en cautiverio junto a mi mamá en el CCDYT Puente 12 y a través de estas líneas, recordar a lxs 30000 y a las víctimas que sobrevivimos…”

Se trata de una carta que en su momento recibió Fernando por parte de una compañera de cautiverio de Alicia, su mamá. “…la represión cae sobre nuestros compañeros y entre ellos, Alicia, secuestrada en septiembre de 1976. Fuimos compañeras de militancia y amigas desde muy jóvenes, el haber pasado junto a ella una parte del horror, del infierno , mis recuerdos de Alicia está aquí vivido, como si todo hubiera ocurrido ayer. Alicia, cafecito de por medio y charla de amigas; Alicia militante abnegada; Alicia y su necesidad de afecto; Alicia llevando a sus dos hijos en bici, a la mañana muy temprano a la casa de la abuela; Alicia perdiendo la paciencia; Alicia riendo; Alicia trabajando y trabajando, en la escuela, la facultad, la empresa; Alicia romántica en la vida y en la militancia; Alica escribiendo su renuncia en desacuerdo con el rumbo que había tomado la organización; Alicia contenta como una adolecente con la salida al cine a ver “El enigma de Kaspar Hauser” y a comer pizza, el sábado anterior a su secuestro; Alicia golpeada en su casa delante de sus hijos, Alicia y sus gritos desgarradores en la tortura; Alicia aguantando sin dar información; Alicia imaginando que hacer para sobrevivir dignamente en prisión; Alicia cantando en el infierno, con voz chiquita y dulce, una canción de cuna para sus dos hijos que nunca la escucharán. Alica íntegra, cumple con la palabra, no habla y no traiciona…no puedo seguir escribiendo. Un gran abrazo.”