Lejos parece haber quedado aquella madrugada amarga en que el proyecto de interrupción legal del embarazo fue rechazado en la Cámara Alta. Nos separan dieciocho meses de aquel episodio en el que era inevitable sentir que meses de trabajo y años de lucha habían sido inútiles. Ya todo dependía de barajar y dar de nuevo. La idea de la espera hasta un recambio en las Cámaras parecía una eternidad. El tiempo pasó, y no sólo cambió el parlamento, los nuevos aires presidenciales reavivaron la esperanza de que el proyecto pueda ser aprobado por las dos cámaras del Congreso de la Nación.

Las declaraciones de Alberto Fernández respecto del proyecto del Ejecutivo para legalizar el aborto en Argentina, a solo horas de su encuentro con Francisco, son un hecho político que, en primer lugar, demuestra una posición sólida en materia de derechos y salud pública. Pero también, denota la importancia que ha sabido cobrar el movimiento de mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias en la arena política argentina durante los últimos años. Un encuentro con el Papa, puede resultar ineludible para el mapa político y económico, pero ahora, ya no pasan inadvertidas las alertas que se prenden desde los sectores feministas ante la presentación directa del poder eclesiástico. Por eso, estas declaraciones tienen el doble valor de, además de avanzar en un reclamo histórico en la agenda de las mujeres y diversidades, colocarnos decididamente como interlocutoras, como observadoras agudas y exigentes, respecto de las actividades presidenciales. Ese movimiento lo hemos logrado a base de esfuerzo, lucha y militancia feminista, hemos sido colocadas como destinatarias directas del discurso presidencial. Considero vital no desconocer que hemos estado siempre, años de historia de colectivos de mujeres y feministas nos avalan, pero quizás por primera vez, estamos siendo reconocidas y siendo ubicadas en el mapa político con la relevancia que nuestra marea amerita.

No obstante, esta iniciativa del gobierno de elaborar un proyecto de ley propio para la interrupción legal del embarazo también trajo debates al interior de los colectivos de mujeres, lesbianas, trans y personas no binarias. Hay quienes creen que esto desconoce las anteriores iniciativas presentadas, en ocho oportunidades, por la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito. Respecto de esta posición, como legisladora nacional quisiera enfatizar en que celebro que el Poder Ejecutivo tome la decisión de abordar la problemática de manera seria y comprometida. Escuchar una demanda de la sociedad, entender la problemática de salud pública que enfrenta nuestro sistema sanitario y por ende los cuerpos de mujeres, requiere que el gobierno asuma la responsabilidad y ponga todo su poder y herramientas al servicio de su  resolución. Eso es hacerse cargo. Hemos tenido la experiencia de un gobierno que no se implicó y que sólo utilizó la dimensión social del aborto para tapar sus problemáticas económicas bajo la tibieza de “ponerlo en discusión” y los resultados fueron más muertes por abortos clandestinos desde el rechazo del proyecto hasta la fecha. Pero, además, es importante remarcar desde mi experiencia parlamentaria, las iniciativas legislativas jamás se construyen en soledad. Hace falta de la unión y del trabajo de múltiples sectores para que el resultado, el instrumento legal, sea realmente eficaz. La redacción de un nuevo proyecto, no anula sus antecedentes, sino que recupera todo ese recorrido y luego se enriquece en el trabajo parlamentario, también con las voces que aquellos y aquellas que todavía tienen dudas y que tendremos que escuchar y convencer.

El debate de esta, y cualquier iniciativa es una parte importante sí. Pero más aún, es tener la decisión y la convicción que en Argentina no puede haber una muerte más por abortos clandestinos. Que es el Estado quien estará allí garantizando las condiciones para ejercer el derecho. Es por ello que aguardo con gran entusiasmo el tratamiento del proyecto del gobierno en la Cámara Alta, para que esta vez con otros actores políticos, compromiso y decisión política tengamos otros resultados y más temprano que tarde sea ley. 

Nancy González

Senadora Nacional por Chubut