El nombre, la inquietud para saber dónde queda, cuáles son los renombrados e imponentes paisajes y las bellezas naturales de Puerto Madryn serán un motor más que interesante para los uruguayos ya que ya que se estrena –del otro lado del charco- “Volver a Madryn” una obra que interpreta el asalto de tres personajes a un financista en la crisis económica de 2001.

El actor y protagonista Héctor Sevilla anticipó que la obra arriba al Centro Cultural Florencio Sánchez de la capital uruguaya, tras una gira por unas 17 provincias de Argentina, para “divertir” al público rioplatense al ensamblar escenas típicas del thriller y de la comedia negra.

La obra llega a Uruguay en el marco de la IV Muestra Iberoamericana de Teatro de Montevideo, que tuvo inicio el pasado 2 de septiembre y trae al país austral 12 obras de seis países hasta el próximo 3 de octubre.

“El asalto involucra a tres personajes casi cómicos que cometen un delito y les sale bien, pero uno no termina de entender por qué. Al mismo tiempo, van pasando muchas cosas entre ellos, que involucran más lo humano y las relaciones personales”, acotó.

La idea de la obra surgió tras un viaje de Sevilla junto a su compañero de elenco Alejandro Otero por España, donde vieron una pieza del irlandés Conor McPherson y decidieron reproducir los elementos marítimos de la ciudad utilizada por el dramaturgo.

Para llevar a cabo esta decisión se comunicaron con el director Rodrigo Cuestas, con quienes habían trabajado en otras obras como “Funeral”, “N/Narco” y “La Calderilla”. Así, el director completó la tríada al sumar a Ignacio Tamagno como el tercer asaltante.

“Cuando comenzamos con el proceso del armado del texto nos hacía falta un lugar de veraneo, que tuviera universidad y que tuviera un invierno para que representará a las personas que se quedan esperando, entre las lluvias y el frío. Madryn fue especial porque en esa época tiene avistaje de ballenas”, explicó.

“Volver a Madryn” es el título que invita a “atravesar capas” donde el tiempo fluirá desde 2001 hasta el presente y donde los protagonistas se involucraran de manera directa con el público.

El amor filial y la condición humana en época de detrimento económico son los elementos que apuntan a la reflexión que el director y los actores esperan por parte del público.