Una prolongada y caliente jornada legislativa tuvo lugar este en el Concejo Deliberante, entre otras cuestiones, dado que se trató un despacho de Servicoop en el marco de la Comisión de Obras Públicas. La octava Sesión fue muy concurrida, en especial por trabajadores enrolados en el gremio de Luz y Fuerza que se instalaron en el recinto de sesiones y en las puertas del edificio legislativo asumiendo el rol de “patovicas” para evitar el ingreso de vecinos que se opusieran al tratamiento de los temas requeridos por la prestadora de los servicios. Tras varios minutos se aprobó por mayoría la proyectos de modificación de los cuadros tarifarios que prevé incluir la ley 1-539, derogada por la provincia,  en los costos fijos del servicio. Asimismo, se aprobó la ratificación de cuadros tarifarios aplicados en forma unilateral por el Consejo de Administración y que le valió un fallo condenatorio en primera instancia.

La votación no tuvo sorpresas porque fue 9 votos por la afirmativa y solo 3 por la negativa en la persona de Claudia Bard (FPV) y los integrantes el bloque de Unidos y Organizados, Franco Albanesi y Juan Duarte.  Los tres ediles fueron el blanco de los trabajadores de la cooperativa que concurrieron, supuestamente, en defensa de sus puestos laborales ante la posibilidad del  desfinanciamiento de Servicoop.  Llamativamente tras la votación favorable a sus intenciones los trabajadores comenzaron a vivar “Luz y Fuerza, Luz y Fuerza” dejando en un plano muy secundario a la cooperativa.

La Hora de Preferencia versó sobre las diferentes posiciones que los ediles tenían sobre el controvertido tema. En cada exposición se plasmaba la diferencia de criterios al extremo de sostener que lo pedido era una autorización de aumento tarifario, que será del 25 por ciento, hasta que no habrá variedad en los montos y que todos los usuarios deberán abonar los mismos montos que en la actualidad.

En el medio un abismo que solo las semanas zanjarán y determinarán cuál de las posiciones es la correcta. Pese a ello, la presencia masiva de los trabajadores es el gran signo de interrogación sobre las verdaderas motivaciones que los llevo a estar presentes en el lugar y soportar tenazmente la persistente lluvia.

Desde el bloque  Unidos y Organizados se  comentó que “muchos lo niegan pero vamos a discutir un aumento del 25 por ciento  entres ítem específicos y la ratificación de los cuadros tarifarios anteriores que este Concejo Deliberante nunca aprobó desde el 2014 en adelante”. Junto a ello, señalaron como ineficiente la gestión de Lucas Marani al frente de la cooperativa y que debería dejar su lugar a gente que tenga nuevas ideas para generar núcleos de trabajo. Duarte afirmó que la cooperativa tiene una única receta para el déficit y  es “ajustar la tarifa, el bolsillo de los vecinos que son quienes aportan para que la cooperativa funcione y todos los trabajadores cobren” dijo Duarte.  En este sentido, reiteró que “le pedimos al Consejo de Administración que piensen nuevas formas de generar núcleos de negocios dentro de la cooperativa”.

Desde la bancada oficialista, Miguel Antín le puso más pimienta a una sesión plagada de tensión al afirmar: “No voy a decir que el concejal miente porque me parece que no entiende”. En su análisis intentó aclarar que se votaría afirmando que “se aprobará la unificación de ítems donde  la factura no va a variar sino que variará la factura para su análisis porque el fondo de emergencia pasará a integrar otro ítem. Se está poniendo a la ciudadanía en alerta en un tema que no corresponde porque las facturas no van a variar porque así lo dicen los simulacros que establecieron y que no fueron objetados”.

El bloque del FPV planteó las disidencias internas más grandes, que conducirían a su fragmentación. Claudia Bard manifestó “no creo en las simulaciones de Servicoop” aclarando que “si vos aumentas la primer columna al final de la boleta aumenta” acotando que “otro perjuicio será que cuando discutamos los aumentos nacionales esos costos ya se habrán incrementado”.

En contraposición, su compañero de bancada Mario Méndez dijo: “voy a acompañar con mi voto positivo. No le mientan a la gente  porque la boleta seguirá siendo del mismo monto”, además de denunciar que “hay sectores que apunta al caos. Yo no quiero una cooperativa fundida”.

En tanto, Andrea Moyano se sumó a las voces que apoyaron los proyectos argumentando que “si no se aprueba el proyecto se perderían los 6 millones de pesos mensuales y con ello se cortaría el beneficio de la tarifa social para 3.600 familias de Madryn. ¿Quién se hará cargo de esas familias?. Además tendríamos una ciudad colapsada y los trabajadores no podrían cobrar sus sueldos, por eso lo tenemos acá defendiendo sus trabajos”.

Con estas posturas disímiles se llegó a una votación cuyo resultado era ampliamente conocido de antemano como la aprobación de los puntos requeridos por Servicoop para no caer en el desfinanciamiento económico  y para intentar esquivar una decisión judicial contraria en primera instancia.

Tensión entre trabajadores

El encuentro estuvo signado por la tensión imperante dentro y fuera del recinto colmado de trabajadores de Servicoop, mientras otro grupo permanecía en las puertas. Con el paso de los minutos arribaron trabajadores que se oponían a los proyectos que pugnaron por ingresar al cuerpo pero recibieron una fuerte negativa por parte de las personas que allí estaban apostadas y que regulaban los ingresos.

Los momentos más tensos derivaron en discusiones cara a cara entre los inmutables hombres de Luz y Fuerza y un grupo de mujeres que pugnaban por ingresar para presenciar la sesión y se les impedía el paso. Las restricciones no solo fueron para los vecinos que no convalidan los pedidos de Servicoop sino para la propia prensa que tuvo que buscar caminos alternativos para lograr la cobertura ante la posición indeclinable de los “patovicas” del Concejo Deliberante.