Una vez más los vecinos de los barrios Presidente Perón y San Miguel se encontraron con el centro de salud “Ruca Calil” con sus puertas cerradas debido a las rajaduras y fallas que presenta la estructura. Las mismas continuarán así, presuntamente, hasta el lunes 1º de octubre aunque dependerá de la evaluación que realicen los técnicos sobre el estado general de la infraestructura del centro.  Las causas de los inconvenientes son el movimiento que se genera en el suelo y que provoca roturas, como las que ya tuvo el centro de salud y la escuela Nº 222.

Ambos edificios están separados por una calle pero el terreno trabaja y genera resquebrajamiento en la estructura que deriva en la aparición de grietas o en el hundimiento de partes de los edificios. Esto fue lo que sucedió en las últimas jornadas y que, rápidamente, fue advertido por los trabajadores a sus superiores que tomaron la decisión de suspender la atención en el lugar hasta tanto se realice una evaluación del inmueble y se defina si existe o no riesgo de derrumbe.

Cuando ese informe llegue a los profesionales se resolverá si se mantiene cerrado el centro de salud “Ruca Calil”, ubicado en el barrio Presidente Perón, o se reanuda la atención a los vecinos. Hasta tanto ello suceda, el personal fue trasladado a los centros de los barrios Fontana y Roque González que serán los responsables de absorber la demanda de salud del sector oeste de la ciudad.

Desde el  Área Programática Norte se tomó la decisión del cierre preventivo del  centro de salud  debido a la detección de “un movimiento de suelo que ya pasó en su momento”. Ante ello, se procedió a convocar a personal idóneo que refaccionó las fallas generadas pero, tras unos meses, volvieron los problemas porque el suelo sigue trabajando y generando grietas.

En paralelo se solicitó un informe técnico a los equipos para poder determinar los pasos a seguir y los tiempos que demandarán los arreglos. “Hay partes del centro de salud que se han movido más que otros” indicaron las autoridades del organismo provincial, quienes adelantaron que –primariamente- la sala permanecerá cerrada hasta el 1º de octubre aunque dependerá del informe que elaboren los especialistas respecto al riesgo de derrumbe o no de la estructura.

Tras una serie de propuestas se acordó que se comenzará a trabajar sobre  un estudio específico del suelo para determinar las causas de los movimientos que confluyen en los daños en la estructura del centro de salud y, desde allí, avanzar en la aplicación de acciones y medidas que eviten la prosecución de estos problemas.