La noche convirtieron a las calles de la ciudad  en una escena de la saga de la película Rápido y Furioso y Furioso aunque el conductor no tuvo el mismo final que Dominic Torett de Hollywood. La razón porque el hombre realizó una mala maniobra que provocó la rotura de su auto y su detención hasta tanto se realice la audiencia de control de detención, en tanto que su acompañante fue liberado.

El raid policial comenzó cuando el Suzuki Swift desconoció la orden de detención realizada por móviles policiales, en momentos que circulaba por el boulevard Brown. El conductor al observar la presencia de los efectivos decidió acelerar y pasar por medio de los patrulleros para comenzar su huida por la calle Vesta hasta Mitre donde giró y emprendió a toda velocidad con destino al centro de la ciudad.

Detrás del Suzuki iban los móviles policiales que observaban las maniobras evasivas que el conductor realizaba por las calles céntricas, las que incluyeron el circular a contramano con los riesgos que ello generó para terceros.

En forma inmediata se requirió la presencia de más móviles con el fin de realizar un cerrojo del auto que estaba escapando. La persecución tuvo un imprevisto final cuando el conductor del auto japonés perdió el control en la intersección de las calles Italia y Pellegrini que derivó en un golpe contra el cordón y una rotura mecánica.

Así los efectivos policiales pudieron dar con los ocupantes del automóvil tras varias cuadras de persecución. En habitáculo iban dos hombres que fueron reducidos y puesto a disposición de la justicia que resolvió la continuidad de la medida de coerción para el conductor hasta la realización de la audiencia de control de detenido. El acompañante fue liberado previa verificación de sus antecedentes.