La demanda social está en pleno crecimiento como consecuencia del proceso inflacionario, la pérdida del valor adquisitivo y de empleo que ha mermado la calidad de vida de la población. En Puerto Madryn en los primeros cuatro meses del 2019 se atendió la misma cantidad de casos sociales que durante los doce meses del año anterior, sumado a que los bolsones alimentarios para la tercera edad se han duplicado ante la necesidad que jubilados y pensionados están atravesando.

“El municipio es la caja de resonancia” dijo Ricardo Sastre, quien reconoció que “permanentemente concurre la gente a solicitar ayuda” y que en algunos meses se tuvo que triplicar las asistencias para poder cubrir las necesidades planteadas por los vecinos.

Junto a ello, el mandatario municipal remarcó que “el incremento de la ayuda a los adultos es notable, así como a quienes no tienen empleo o no pueden llegar a fin de mes” añadiendo que por momentos se hace muy difícil dar la respuesta porque “nación nos quitó los fondos que eran directos para la asistencia social de los sectores más vulnerables”.

Pese a ello, la premisa de la gestión municipal es “darle prioridad a los requerimientos de primera necesidad, como es alimentar a una familia. Lamentablemente no hay ningún aporte que venga desde nación para con el municipio”.