Este jueves se iniciará el juicio oral y público donde se juzgará a Iván Almonacid, Isaac Jhonston y Javier Parraguez, acusados de haber asesinado a Eriberto Santos Ramos, en un violento hecho ocurrido en junio del 2017. Serán tres jornadas con 46 testigos que ventilarán los hechos sucedidos en esa trágica madrugada en la intesección de la avenida Yrigoyen y Alvear.

Los familiares de Ediberto Santos Ramos exigieron justicia y que los tres acusados “paguen con la pena máxima” detallando que ellos aspiran  a que se los condene a prisión perpetua. Vanina Ramos, una de las hijas, se mostró confiada en lograr una sentencia justa porque se ha trabajado en toda la investigación en recoger elementos probatorios que ubican a los detenidos en la escena del crimen.

La primera audiencia será este jueves desde las 8:30 de la mañana donde se prevé existe un amplio debate. El cronograma prevé que los encuentros prosigan el viernes y lunes para luego cerrar con la sentencia del Tribunal  integrado por Daniel Yangüela, Patricia Asaro y Marcela Pérez.

Antonella Ramos se mostró confiada en lograr una sentencia justa porque “hay pruebas para condenarlos y aplicarle la pena máxima”. Durante el año y medio la familia se recluyó en su seno más cercano para tomar fuerzas y poder afrontar todo el proceso, además de lograr el acompañamiento y apoyo de la asociación Víctimas de la Delincuencia.

Los familiares de Santos Ramos consideraron que una condena para los tres imputados traería “tranquilidad” para la familia porque “a mi papá no lo vamos a tener más” dijo Vanina. La joven, con lágrimas en los ojos, manifestó que “si les dieran la perpetua nosotros estaríamos más tranquilo porque sentimos que mi papá va a descansar y nosotros tener un alivio. A la larga ellos van a salir porque son jóvenes”.

En sus palabras fue relatando el vacío que generó el asesinato de su padre que “era muy compañero conmigo. Él andaba todo el día conmigo, era mi compañero y me lo sacaron de la noche a la mañana”. La frase tiene un connotación especial porque “esa noche había comido conmigo, estábamos pensando en mandarle una encomienda a mi sobrino, él era muy presente con todos, con sus nietos. Nosotros seguimos porque tenemos cada uno nuestra familia y porque tenemos que seguir, no nos queda otra. Con esto vamos a estar una tranquilidad y que mi papá pueda descansar” concluyó Vanina Ramos en víspera del inicio del juicio.