Grazzini pidió información urgente por el impacto ambiental que podría producir una planta desalinizadora en el Golfo Nuevo
30 - julio - 2018
A partir del interés que ha generado la instalación de una planta desalinizadora de agua de mar para producción de agua potable, y la preocupación que genera que al proyecto prevea arrojar más de dos mil metros cúbicos de “salmuera” por día, incrementando en aproximadamente 50 toneladas diarias la salinidad del golfo Nuevo, el diputado provincial José María Grazzini solicitó información al Poder Ejecutivo Provincial con carácter de urgente.
“El legislador, del bloque del Partido Justicialista-Frente Para la Victoria, se mostró preocupado porque “tenemos entendido que existe una renovación anual mínima de las aguas del golfo Nuevo, y de acuerdo a la información ambiental circulante del proyecto, se le estaría agregando -con el volcado de sales residuales de deshecho que generaría la planta- más de 18.000 toneladas al año de sales. Esta enorme cantidad de sal de deshecho podría producir un cambio en la salinidad integral del golfo y por eso queremos saber cuál es la información que manejó el Minsterio de Ambiente como para autorizar el desarrollo de la iniciativa”, añadió Grazzini.
Si bien celebró la posibilidad de “que haya interés en generar una fuente alternativa de provisión de agua potable para consumo humano o industrial, que podría ser utilizada en situaciones de crisis hídrica” como la ocurrida en marzo-abril del año pasado, “hay quienes nos transmitieron su temor en que el incremento de la salinidad afecte el ecosistema tan sensible que posee la cuenca que pretende utilizarse para este proyecto”, expresó.
En la costa del golfo “no sólo hay especies residentes y migratorias que utilizan de refugio este espacio, lo que ha llevado a que sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sino que también hay subespacios invaluables que han sido declarados sitios RAMSAR, de fuerte reconocimiento internacionalmente debido a lo decisivo que resulta su presencia para varias especies migratorias, ya que allí se alimentan de manera exclusiva en su viaje entre el ártico y el sur patagónico”, remarcó.
“Si un desequilibrio osmótico por incremento de la salinidad afectara negativamente las especies residentes que sirven de alimento y fuente de nutrientes a las aves migratorias, éstas podrían desaparecer. Estas inquietudes que nos acercaron nos resultó motivo suficiente como para solicitar información al Poder Ejecutivo. Queremos saber el grado de afectación que podría haber y si el proyecto es ambientalmente sustentable”, señaló el diputado José María Grazzini, integrante del bloque del Partido Justicialista-Frente Para la Victoria.