Instalarán un criadero de erizos de mar en Puerto Madryn
6 - abril - 2019

Un informe realizdo por Matías Alonso para la Agencia TSS da cuenta que la investigadora Tamara Rubilar se dedica al estudio de los erizos de mar en el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR), en el Centro Nacional Patagónico (CENPAT). Desde hace algunos años, y por iniciativa del Gobierno de la provincia de Chubut, Rubilar está buscando una aplicación comercial para sus investigaciones sobre estos animales marinos también conocidos como equinoideos, especialmente sobre la variante Arbacia dufresnii, autóctona del Mar Argentino. Durante mucho tiempo intentaron su inserción en la cocina gourmet nacional, hasta que descubrieron que no era posible realizar una producción económicamente viable.
Sin embargo, a partir de un trabajo conjunto con la biotecnóloga Sandra Pitta, investigadora del Instituto de Micología y Botánica (INMIBO) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), encontraron un potencial en la extracción de metabolitos secundarios de los erizos estudiados. Estos compuestos orgánicos que son sintetizados por los organismos vivos son muy cotizados en industrias como la farmacéutica, la cosmética y la de alimentos balanceados de alta calidad. En el primero de los casos, los metabolitos secundarios pueden servir para evitar los efectos secundarios no deseados de medicamentos, entre otras aplicaciones.
Gracias a una invitación de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Chubut, este grupo de investigadores asistió a la feria Argentina Transfiere, en Mar del Plata, y allí se contactaron con diversos grupos de empresarios e inversores, entre ellos los dueños de una compañía pesquera de esa ciudad interesados en crear una empresa para aplicar el potencial de esta línea de investigación. Hoy esta empresa se llama Arbacia –nombre tomado del erizo estudiado por Rubilar– y están construyendo su planta de producción en el Parque Industrial Pesquero de Puerto Madryn. De Arbacia forman parte dos inversores privados y los equipos de investigación liderados por Rubilar y Pitta, mediante la concreción de un convenio de innovación y desarrollo del CONICET.
En el criadero, que funcionará adentro de un galpón industrial del Parque Industrial Pesquero, se utilizará agua de mar que será tratada para mejorar su calidad y evitar enfermedades. Posteriormente será reutilizada para evitar contaminar el medioambiente.
El principal mercado de esta empresa será el de exportación, ya que al ser parte de una empresa pesquera tienen muy aceitado el circuito comercial. “Fue fundamental la existencia del ecosistema de transferencia de tecnología que se creó en Chubut. Aunque quizás le moleste a las autoridades del CONICET, la verdad es que no fue su apoyo el que logró esto, sino que fue el apoyo provincial el que lo permitió. Vale la pena remarcarlo porque cuando el Estado cumple su rol las cosas son posibles”, aseguró Tamara Rubilar.