Las ballenas Victoria y Garra en un cuadro gigante en una confitería céntrica
26 - enero - 2023

Madryn ha sido, y sigue siendo, lugar de arribo y paso de viajeros, de nómades, de turistas. Sus aguas calmas, su acogedora geografía al reparo de las bardas, y luego su gente, brindan refugio y suscitan interés. Por eso es posible trazar una analogía entre dos ballenas emblemáticas, especie que año a año migra hacia las aguas del Golfo Nuevo, y los visitantes que, afincados en la Ciudad o en plan viajero, también escriben una historia y dejan huella.
Este jueves en Manjares Café de Roca e Yrigoyen, en ocasión de cumplir siete años como emprendimiento dedicado a la gastronomía, se presentó en sociedad el cuadro de gran formato “Victoria y Garra” del reconocido artista Jorge Vásquez.
“Queríamos decorar el local con algo que brinde un mensaje impactante y profundo”, cuentan Andrea Arriagada y Ezequiel Ruíz, dueños del café y de una panadería con el mismo nombre ubicada en el barrio de Solana desde 2016. “Y el hecho de estar acá en Roca e Yrigoyen, frente al muelle Piedra Buena, que es un punto donde el turista pasa, entra y es como el lugar de llegada, que recibe al turista; hizo que dijéramos tiene que ser algo nuestro, tiene que ser algo de Madryn y qué más de Madryn que una ballena”.
Así fue que Andrea y Ezequiel recurrieron a Jorge Augusto Vásquez, renombrado artista plástico de estilo realista, autor de numerosos murales y cuadros que retratan la vida marina y en especial la de los cetáceos. Entonces, hecho el pedido y con la expectativa de algo impactante, profundo e identitario, Jorge les propuso retratar en un gran cuadro a las ballenas franca austral que el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB) tiene identificadas como Victoria, la ballena del billete de $200, y su cría Garra, famosa por haber sido rescatada el 25 de septiembre de 2002 por los habitantes de Puerto Pirámides, de morir atrapada por la cadena de una embarcación. Luego, esa fecha sería declarada como Día Nacional de la Ballena Franca Austral.
“La de Victoria y Garra me parecieron dos historias que merecen ser retratadas”, explica Vásquez y agrega que él venía trabajando con el ICB sobre la identificación de las ballenas a partir del patrón de callosidades para poder plasmarlas pictóricamente pero no desde la indeterminación respecto al individuo retratado.
De allí que los sentidos se cruzan reuniendo viajeros. Una vez inaugurado el cuadro en el local, los turistas que allí lleguen, e incluso los propios habitantes de Madryn que en su gran mayoría tienen una historia de viaje por detrás hasta llegar a establecerse, mirarán a Victoria y Garra entablando un imaginario diálogo. Diálogo donde seguramente estarán presentes el viaje, la vida, la supervivencia y el futuro que dejamos a nuestra descendencia.