La crisis económica sumado al incremento en los costos productivos golpeó de manera contundente a la metalúrgica Oliva S.A. que cerró sus puertas. La coyuntura actual fue demasiado para la empresa familiar que tras medio siglo de vida tuvo que tomar la drástica decisión de cerrar sus instalaciones. Su veintena de trabajadores están a la espera de saber si la firma es vendida o sus activos para poder cobrar sus liquidaciones finales. Mientras tanto permanecen en el comedor a la espera de alguna noticia que defina su futuro próximo.

Jorge Paineman, secretario General de la UOM, confirmó que “hace un mes metalúrgica Oliva, que tiene 24 trabajadores, bajo la persiana”. Asimismo, sostuvo que “los operarios están en la zona de refrigerio esperando que se venda la empresa para cobrar la indemnización. Estamos en una situación complicada”.

Las autoridades sindicales aclararon que “se trata de un caso aislado” porque Oliva S.A. es “una empresa familiar de más de 50 años” añadiendo que “la crisis del 2001 la pasó pero en esta oportunidad no aguantó y hace un mes cerró las puertas”.

La víctima de este proceso es la metalúrgica fundada por la familia Oliva, especialista en la fundición y laminación de aluminio que se ha emplazado en nuestra ciudad  desde hace varios años.

Meses atrás  el empresario de la firma había planteado la preocupación existente debido a el incremento en el costo fijo, en un contexto nacional complejo ya que la competitividad  en el país es cada vez mayor por el ingreso de productos del exterior.