Al cumplirse los primeros 365 días al frente del Concejo Deliberante, la viceintendenta  Noelia Corvalán Carro realizó un análisis de la tarea desarrollada en un complejo contexto mundial. “Un año de gestión y me animaría a describirlo de “complejo” para cada uno de los que transitamos este 2020. Elegí el término “complejo” sin calificativo de bueno o malo porque así se definen las realidades que no se descifran a simple vista” sostuvo la presidenta del cuerpo deliberante.

Asimismo, enfatizó que “esta nueva normalidad que tuvimos que aprender a construir y sostener, cambió tantas reglas del juego que la sensación de que aquel baúl de herramientas con las que emprenderíamos el desafío de una gestión que se iniciaba para Madryn, ya no serían las necesarias para lo que la realidad pandémica nos imponía”.

En su análisis,  Corvalán Carro aseguró que “fue en este mismo contexto en el que se construyeron nuevas alianzas, las amistades más sólidas emergieron tendiendo manos y la creatividad como la innovación fueron las capacidades que todos pusimos para sumar. Porque quisimos cercanía a pesar del distanciamiento y los abrazos virtuales llenaron de manera imperfecta los corazones solitarios”.

“Y en este mismo escenario- agregó-  caminé junto a mi compañero Gustavo Rafael Sastre y más compañeras y compañeros, en la tarea de revisar aquellos planes perfectamente imaginados y diseñados antes de la campaña, para avanzar en otras acciones que la coyuntura de cada ciudadano nos presentaba, haciendo de eso nuestra agenda política y de trabajo” manifestó la viceintendenta.

La presidenta del cuerpo deliberante sostuvo: “Hoy me quedo con el aprendizaje, la palabra de aliento, la empatía con el otro y la resiliencia para superar los momentos más duros. Hoy me quedo con el amor y la gente buena que tanto bien le hace a Madryn”.

Por último, Noelia Corvalán Carro volvió a expresar “gracias Gustavo por invitarme a transitar este camino que requiere de valentía y trabajo arduo. Hoy soy mejor versión de aquella que inició este camino.  Gracias Ricardo Sastre y Xenia Gabella por asesorar y guiar siempre”.