A media mañana del lunes, un grupo de mujeres y hombres pertenecientes a la pesquera Fuertes Vientos se movilizaron hasta el edificio municipal para pedirle al intendente Gustavo Sastre que interceda en el conflicto generado semanas atrás por el despido de trabajadores de temporada y permanente. Junto a ello, el empresario dio por finalizada la temporada.

El jefe comunal escuchó los reclamos de los vecinos y asumió el compromiso de gestionar una salida al conflicto. “Nos va a apoyar y que buscar una solución” afirmó Marcos Lemé, delegado del STIA en la planta pesquera, quien agregó “nosotros pedimos la reincorporación de todos los compañeros que fueron despedidos sin causas. Materia prima hay para poder trabajar”.

El origen del problema radica en las irregularidades que la patronal venía incurriendo y que llevó al personal a poner un límite y exigir una regularización integral. El delegado recordó que todo se gestó en el inicio mismo de las operaciones, hace cuatro años, pero “con la promesa que se iba a acomodar nosotros cedíamos pero ya no se aguanta más. Cuando empezamos a pedir que todo se ponga en regla empezaron los problemas e incluso en la Secretaría de Trabajo firmaron compromisos pero todo siguió igual hasta presentar la nota donde dan de b aja la temporada”.

La situación se desbordó tras los últimos reclamos cuando los responsables de la planta pesquera decidieron “echar a la gente, dar de baja a la temporada” sostuvo Lemé, quien añadió “no tenemos respuesta de la empresa sobre qué hará. Solo genera conflicto”.

El personal de la planta denunció que sufrieron amenazas e incluso uno de los despedidos fue blanco de una ataque con armas de fuego en su vivienda. “Nos mandaron a amenazar, a decirnos que si no levantamos la medida nos iban a tirotear en el piquete. Tenemos un compañero que le tirotearon la casa por esto mismo” dijo el delegado gremial.