En un nuevo acto solidario y de respeto al prójimo efectivos policiales salvaron la vida de un bebe de 8 meses que se estaba ahogando. Este hecho se suma al  rol de parteros que semanas atrás cumplieron otros policías de la comisaría Cuarta y que permitió que la parturienta y su hija pudiera salvar sus vidas. En este caso dos uniformados lograron salvar la vida del menor que se había ahogado con una torta frita que le dio su madre. El trabajo fue conjunto con personal de bomberos y el hospital que fueron guiando en la emergencia para realizar las tareas de desobstrucción que permitió al bebe volver a respirar.

En este caso, a las 20.30 del lunes personal de la fuerza intervino ante una llamada de emergencia registrada en un domicilio de las calles Manuel García y España donde un bebé de 8 meses estaba ahogándose. Hasta allí se dirigió el móvil 939 que al llegar a la vivienda se encontró con un cuadro desesperante porque el bebé estaba sin aire. En forma inmediata se coordino un trabajo  con bomberos voluntarios y el hospital Isola. Esto permitió que la cabo primero Feliciano y la policía Erika Román realice las maniobras de desobstrucción al menor, guiada por bomberos voluntarios, hasta que llegó la ambulancia con los facultativos. El rápido accionar de la funcionaria permitió que el bebe pudiera comenzar a respirar bien. La madre, una vez superado el estado de schok, informó que le había dado una torta frita al pequeño de 8 meses y que este se había atorado impidiendo que pudiera respirar.

Una vez superada la emergencia y con la tranquilidad que el menor se encontraba en buen estado, las uniformadas recibieron la llamada de una médica del hospital Isola que  llamó,pidió el nombre y las felicito por su accionar.