Un padre a corazón abierto: Luis Murúa “mis hijas lucharon, se llegó a una condena, el daño sigue, la muerte de Ale espero que sirva para que mis hijas dejen de estar medicadas”

26 - enero - 2021

Una horda de comentarios en redes sociales para las víctimas fue inmediata. A los pocos minutos de conocida la información sobre la muerte de Juan Luis Ale, condenado el año pasado a 8 años de prisión por abuso sexual contra las hijas de su ex mujer entre 1998 y 2001, la sociedad volvió a acompañarlas a ellas, sus víctimas y también a su familia que a la par llevaron adelante esta causa cansadora, con muchos “palos en la rueda” pero que terminó con una condena, el ex jefe de policía y ex diputado murió como un hombre condenado a 8 años de prisión por abuso sexual de 2 menores.

Luis Ignacio Murúa, el “Pity” para los conocidos en el mundo del deporte y de la sociedad en sí de la ciudad, también se expresó con los medios sobre el desenlace de Ale: “Espero que con el fallecimiento de Ale mis hijas puedan llegar a tener una vida sin pastillas. Sólo pido eso. En mi cabeza no pasa por desearle que alguien se quedé sin vida pero sí que cumpla por ser culpable”.

Murúa, papá de las víctimas, realizó declaraciones a LU17 Radio Golfo Nuevo donde refirió a que conocida la noticia del fallecimiento del ex jefe de la policía “es un punto final de una pesadilla que viene viviendo desde hace 7 años”.

La lucha tuvo una condena pero el daño está hecho

Como padre, miles de reproches lo han invadido durante todo este tiempo. Sin embargo, el amor hacia sus hijas pudo más que cualquier reacción “loca” que pudo habérsele cruzado. “Mis hijas hicieron una lucha que terminó con la condena pero igual se sigue. El daño ya está hecho” aunque reconoció que “con la condena hubo una reparación que ayuda a las víctimas a poder tener un –cierto- alivio para poder seguir en el día a día y en el desarrollo de la persona que es lo que más cuesta y donde uno, como padre, tiene miedo”.

Una marca irreparable

Murúa remarcó que nada de esto ha pasado, por el contrario “la persona abusada, violada queda con una marca o trauma irreparable. Se puede tener cierto alivio” y a pesar del tiempo y las idas y vueltas que tuvo la Justicia durante todo el proceso, remarcó que “se pudo tener una resolución rápida porque hay casos donde la persona no tiene justicia nunca”.

Personalmente, como papá sintió un alivio y una ayuda muy importante el poder contar, la situación el pedido de justicia lo liberó de toda la carga emocional que acarreaba desde que conoció lo que había pasado. También destacó la valentía de la fiscal Alejandra Hernández y remarcó que no tuvieron abogado querellante en la causa porque confiaron plenamente en la fiscal.

Murúa detalló que “esto me pasa a mí y a un montón de padres donde nuestro mejor aliado es una psicólogo o psiquiatra y las pastillas. No es normal que tengas una hija o  un hijo que tomen 9 pastillas por día para poder vivir. No se puede. Es inhumano”.

En sus palabras enfatizó que “soy un padre que está describiendo algo que pasó, que viví y lo habló en tiempo pasado porque creo en –cierta-recuperación y en la justicia. Uno siempre está atado a la justicia divina y esa la que más temor le puede llegar a tener el ser humano porque la justicia de los hombres a veces falla” comentó el padre de las niñas abusada por Juan Ale.

El “Pity” recordó que “como padre confié en esta persona, les dejé a mis hijas y mis hijas terminaron abusadas y con una situación que voy a vivir toda la vida mientras exista”, además de remarcar que “yo confié demasiado pero demasiado. No existió ese control y, a veces, se paga muy caro el hecho de las separaciones. Existen las familias ensambladas pero no tuve la dimensión de lo que es dejar a los hijos sin un padre o una madre y eso tengo que ser sincero”.

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