“Una de las herramientas más potentes de la filosofía es repreguntar cuando algo parece obvio o natural” dijo Moira Pérez

10 - julio - 2024

En los últimos tiempos, los monumentos y la nomenclatura urbana (nombres de calles, plazas, y otros espacios públicos) han suscitado algunas polémicas. Aunque la mayoría de estas figuras y nombres pasa totalmente desapercibida en nuestra vida cotidiana, eso no quita que tengan un efecto en nuestra realidad: en tanto sitios de memoria, colaboran en la construcción de la memoria colectiva y la identidad, ante todo la identidad nacional.

“En esta presentación, indagaremos en cómo la historia se despliega en el espacio público y funciona en tanto dispositivos de educación colectiva y de reproducción silenciosa de sistemas como la colonialidad o el patriarcado”, explica Moira Pérez (ella), Doctora en Filosofía (UBA), Investigadora Adjunta en CONICET y docente en la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.

Pérez ha sido profesora o investigadora invitada en universidades de Chile, Uruguay, Estados Unidos, Francia y Alemania. Desde marzo se encuentra en Madryn realizando una estancia de investigación en el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET) y ha dado un seminario de posgrado para la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales (UNPSJB) sobre violencia epistémica e identidades. Su investigación reúne las contribuciones de la filosofía práctica, la teoría queer y las teorías anticoloniales para explorar las relaciones entre violencia e identidades, con foco en la violencia epistémica y la violencia institucional. Dirige el grupo de investigación en Filosofía Aplicada y Políticas Queer (@PolQueer).

“En la charla del jueves en la universidad veremos también cómo los monumentos, los nombres de calles y plazas, reafirman la temporalidad hegemónica y las formas de entendernos como colectivo. Finalmente, discutiremos cómo abordar las polémicas, pasadas y presentes, desde una perspectiva anticolonial y situada”, agrega. La chara es organizada por Instituto de Investigaciones Históricas y Sociales (FHyCS-UNPSJB); el Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas (IPCSH-CONICET); y la Lista Verde, del Centro de Estudiantes FHyCS, UNPSJB Sede Trelew.

En torno al tema de la violencia epistémica, la investigadora ha realizado capacitaciones en espacios como el Poder Judicial, colegios de abogados, el Ministerio Público Fiscal, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o a médicos generalistas.

“En una capacitación para trabajadores y trabajadoras de la salud abordamos el tema de la violencia epistémica para ver cómo funcionaba en el ámbito médico. En un hospital, al ver a un hombre con ambo y a una mujer con ambo, tendemos a pensar que la mujer es enfermera y el hombre es médico. Ahí estamos suponiendo cuál es su desarrollo profesional solamente basado en su imagen, lo cual a su vez se basa en prejuicios referidos al estatus intelectual de distintas profesiones y distintos géneros. Esa es una práctica de violencia epistémica. Se da en todo momento, y es algo que está tan naturalizado y es tan cotidiano que termina haciendo mella en nuestra auto percepción como sujetos. Es decir, sujetos capaces de generar saberes, de transmitirlos, de plantear preguntas. Por eso, en las capacitaciones buscamos aportar a las personas herramientas que ya están desarrolladas desde la filosofía. Para dar sentido a situaciones que han visto muchísimas veces, y que incluso muchas veces reproducimos sin darnos cuenta, y empezar a entender qué es lo que uno está haciendo cuando hace eso, o qué fue lo que experimentó”.

La filosofía de lo cotidiano

“Fui orientando mis temas de investigación basados en inquietudes políticas y sociales, inquietudes respecto de cosas cotidianas que yo veo, que todas las personas vemos en todo momento. Y en ese sentido creo que la filosofía puede aportar herramientas para tratar de entenderlas mejor. Y tratar de desarrollar respuestas. Pienso que una de las herramientas más potentes que tiene la filosofía es la repregunta. Cuando algo parece obvio o natural, preguntar si no será una forma entre otras. O preguntar cuáles son los supuestos que hay por detrás de esa acción, de esa estrategia política, de esa narración histórica, de ese monumento, lo que sea. Y cuáles pueden ser algunas consecuencias de esos supuestos que no estamos identificando, no estamos percibiendo, pero que van a venir. Entonces, mi investigación siempre partió de inquietudes y de descontentos políticos. No políticos en el sentido partidario, sino políticos en el sentido de las relaciones de poder en la sociedad. Y así pude ir construyendo mis aportes”, cierra la investigadora.

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