En plena temporada de verano, el trabajo en el frente costero de la ciudad es arduo por parte de distintas áreas de la Municipalidad de Puerto Madryn. Entre ellas, Ecología y Protección Ambiental, incluido también el equipo de higiene urbana quienes, en muchos casos, junto a trabajadores de Servicios Públicos tienen la tarea de mantener las playas de la ciudad y las aledañas, esas que son características de la ciudad pero que en contexto de pandemia tienen hoy mayor afluencia de público.

Facundo Ursino, Secretario de Ecología y Protección Ambiental del Municipio destacó que “estamos trabajando fuertemente en todo el frente costero a lo largo de las playas de la ciudad y de zonas cercanas debido a que en esta época es donde más uso de la playa se realiza por eso focalizamos un trabajo fuerte en este sector algo más amplio porque la gente empezó a utilizar playas más lejanas a la ciudad”.

Además, remarcó que “el trabajo es en conjunto con el personal de Servicios Públicos y con promotores ambientales en forma permanente para continuar generando conciencia especialmente en la disposición de los residuos una vez concluida la jornada de playa. Si bien hay cestos, siempre es mejor llevarlos a casa y disponerlos con los residuos domiciliarios. Actualmente el trabajo de limpieza de cestos en la playa va desde el ANP El Doradillo hasta Cerro Avanzado, son muchos kilómetros que hay que cubrir y mucha la basura que se levanta en todo ese recorrido diario”.

Comportamiento de los usuarios

Ubicados a lo largo de toda la costa de la ciudad, los cestos de residuos se abarrotan de basura generada durante las extensas jornadas de playa. “La realidad es que mucha de la gente que utiliza la playa se lleva sus residuos pero una gran mayoría los deja en los tachos. Muchos otros los dejan tirados en la playa y se dispersan, terminan en el mar y a eso apuntamos a evitar, aunque sabemos que no podemos tener gente permanentemente en todas las playas que usa la gente. La logística de recolección de residuos lleva muchas horas de trabajo. El residuo genera un daño ambiental y un mayor gasto económico para el municipio y para el contribuyente”, finalizó Ursino.